Unión Europea - México: luces y sombras del acuerdo de asociación

Por Mirra Banchón | 5-5-20

Unión Europea - México: luces y sombras del acuerdo de asociación

México ha concluido, en plena pandemia, la modernización de su acuerdo de asociación con la UE. Grandes oportunidades ven unos, más de lo mismo ven otros.

Unos se felicitan por haber finalizado la modernización del acuerdo entre la Unión Europea y México, ven en él grandes oportunidades, no sólo para el intercambio de bienes y servicios y la inversión. Otros, por el contrario, piden un cese de toda negociación pues "la pandemia ha puesto de manifiesto la fragilidad económica, social, ecológica y sanitaria de una globalización insostenible”, como consta en un comunicado firmado por más de 200 organizaciones de la sociedad civil.

El nuevo acuerdo entre la UE y México incluye la liberalización de sectores nuevos como la energía, las materias primas y la agricultura, así como el acceso a las compras públicas a nivel subfederal mexicano. Prevé también un mecanismo de regulación de diferendos entre los inversionistas y el Estado.

"Estos mecanismos confieren una suerte de impunidad a las empresas multinacionales que pueden demandar a un Estado por poner en práctica medidas favorables a la transición ecológica y social”, afirma la organización altermundista Attac.

En un momento en que los Estados deben concentrarse en sus sistemas sanitarios, "paradójicamente pueden ser demandados porque la gente que se quede en casa afecta intereses empresariales. Es parte del sistema legal internacional que la UE fortalece con sus acuerdos de comercio e inversiones”, explica a DW Roberto Bissio, de la red internacional Social Watch. 

No obstante, el acuerdo modernizado entre la UE y México, estos mecanismos de arbitraje entre inversionistas y Estados se sustituirían por un tribunal. "En la modernización del acuerdo se introduce el nuevo sistema de jueces, de un panel de expertos. Es más garantista, pues permite la participación de colectivos sociales, directamente afectados”, dice a DW Inmaculada Rodríguez-Piñero, eurodiputada española, ponente de la modernización del acuerdo en el Parlamento Europeo. La crítica de que los inversionistas podrían demandar a México por velar por el bien común carece de sustento, puntualiza. 

¿Por qué ahora?

Aunque la modernización del acuerdo se logró, en principio, hace dos años, faltaban detalles técnicos como las compras públicas a nivel de los Estados federados. "Sí nos pareció un poco extraño que justo cuando todos los países están buscando soluciones a la crisis del coronavirus, se haga avanzar un tema tan grande como este acuerdo”, comenta a DW Anna Cavazzini, eurodiputada alemana, integrante de la comisión de Comercio Internacional. Emitir señales contrarias al proteccionismo sería el móvil de esta conclusión inesperada. 

En tiempos de pandemia y "cuando más falta hace, cuando hay tendencias proteccionistas, es cuando tenemos que levantar la bandera de la UE en conseguir unas relaciones basadas en el respeto de las normas y en una competencia leal”, afirma Rodríguez- Piñero. El potencial para las empresas europeas, que podrán acceder a las contrataciones públicas –también en el sector de la educación y la salud- en un país de 122 millones de habitantes es enorme.

No lo puede todo

"Aunque existe ya un acuerdo con México - el primero que la UE firmó con un país latinoamericano -, en esta modernización se incluye el cumplimiento de las obligaciones del Acuerdo de París y todo lo que concierne a la lucha contra el cambio climático. También el desarrollo sostenible y los derechos laborales”, puntualiza Rodríguez-Piñero.

Que en el mercado laboral mexicano se roce el 57% de informalidad o el grave problema de corrupción del país no se soluciona con acuerdos comerciales. No obstante, "este acuerdo sí introduce la lucha contra la corrupción: para que la UE coopere con su experiencia a combatirla”, agrega.

Por otro lado, en el país se detectaba ya antes de la pandemia una crisis medioambiental y sanitaria causada, precisamente, por las actividades industriales de diferentes sectores económicos, en regiones que han sido denominadas "infiernos ambientales”. 

¿ Replantear el comercio?

En esa medida, "la prioridad comercial debería ser en estos momentos eliminar los obstáculos al acceso a suministros médicos y otros recursos para asegurar el refuerzo necesario de los sistemas de salud pública y otras medidas sociales para encarar la actual crisis”, dice el comunicado de las organizaciones de la sociedad civil. Entre las firmantes están el Transnational Institute de Holanda, la Oficina Ecuménica para la Paz de Alemania, la Taula per México de España.

En este sentido, "desde antes de la pandemia, exigíamos que la UE se replanteara toda su política comercial”, dice a DW Anna Cavazinni, eurodiputada alemana. "Pero la crisis del coronavirus ha agravado la situación: nos ha quedado clara la desventaja de esta hiperglobalización”, agrega.

"Efectivamente”, comenta al respecto Rodríguez-Piñero, "la pandemia nos tiene que hacer replantear muchísimas cosas. Desde cómo haremos a futuras crisis hasta la cadena de valor global. La deslocalización se ha ocasionado porque las empresas han buscado países donde las condiciones de derechos sociales, laborales y medioambientales son mucho más laxas. No obstante, no se puede atribuir a los acuerdos comerciales. Porque el problema lo tenemos con China, sin ningún acuerdo comercial, y no lo tenemos con Canadá ni Japón con quienes sí tenemos acuerdos”, dice Rodríguez-Piñero.

Que las exportaciones de México hacia la UE sean principalmente materias primas y que las del Viejo Continente a la segunda economía latinoamericana sean productos automotrices y químicos se basa, así Cavazinni, en un enfoque neocolonialista. 

"Necesitamos liderar un cambio global. No puede ser que sigamos fabricando los mismos motores polucionantes, sólo en otro continente”, dice la eurodiputada de la bancada de los Verdes. Su grupo político espera que todos los acuerdos comerciales europeos sean revisados en busca de coherencia con el Pacto Verde Europeo.

"Lo importante en un acuerdo comercial es que sirva para que un país pueda tener mayor capacidad de crecimiento y que su modelo pueda ser más sostenible. Pero eso va a depender de las políticas fiscales que aplique su gobierno”, opina Rodríguez-Piñero recordando que México tiene acuerdos comerciales también con Estados Unidos y Canada. "México necesita rabiosamente este acuerdo, porque si tiene una relación potente con la UE podrá tener una relación más de igual a igual con Washington”, concluye.

source: DW