Reflexión desde los movimientos sociales sobre los TLC en la nueva Constitución chilena

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Entrevista con Lucía Sepúlveda Ruiz
Lucía Sepúlveda es vocera de Chile Mejor sin TLC y del Movimiento por el Agua y Territorios, y encargada del área de semillas en la Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile.

Para seguir a Lucía en Twitter: @lusr20

Por bilaterals.org, 23 de mayo de 2022

En los últimos tres años, la movilización popular chilena ha sacudido a todo el continente, tanto por su persistencia a pesar de la violenta represión, como por la amplitud de las reivindicaciones sociales expresadas. Uno de los ejes centrales se ubica en la denuncia de los graves impactos sociales, económicos y ambientales de las políticas neoliberales, quirúrgicamente aplicadas en el país sudamericano. El apego al “Consenso de Washington” ha implicado, entre otras medidas, la compulsiva firma de tratados de libre comercio (TLC) desde hace más de dos décadas. Sin embargo, Brunei, Chile y Malasia son los únicos países de los 11 firmantes que aún no ha ratificado el Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífica (mejor conocido como TPP-11 por sus siglas en inglés). La apertura de un proceso hacia una nueva Constitución, fue vista por los movimientos como una posibilidad para frenar no únicamente el TPP-11, sino también futuros TLCs.

En este contexto, bilaterals.org entrevistó el 28 de abril de 2022 a Lucía Sepúlveda, vocera de Chile Mejor sin TLC y del Movimiento por el Agua y Territorios. Ese mismo día, se votaba en el Pleno de la Convención Constitucional la posibilidad de establecer un plebiscito ratificatorio en los casos en los cuales un TLC pasara la última etapa y recibiera la aprobación del Senado. En resumen, se debatía sobre la posibilidad de dar al Pueblo la última palabra sobre los TLC, pasando por la democracia directa. La presión era muy importante, tanto desde los sectores empresariales y más conservadores, como desde el exterior. La Comisión Europea desplazó hasta Santiago de Chile al jefe de la diplomacia Josep Borrell, para asegurar que no corriera riesgo la modernización del Acuerdo de Asociación Chile – Unión Europea. El Pleno acabó votando en contra del plebiscito.

El 14 de mayo, las demandas del bloque popular y de los Pueblos Indígenas respecto no sólo del plebiscito sino también de resguardar la soberanía del Estado para regular, y sólo firmar tratados que incluyeran tribunales con árbitros designados por los países signatarios, fueron nuevamente rechazadas en el último pleno deliberativo. Fue el resultado de una alianza entre las fuerzas políticas de derecha y miembros de la coalición del gobierno del presidente Boric, con la excepción de los comunistas. Se dieron asimismo presiones para la inclusión en la constitución de cláusulas idénticas al Sistema de Tribunales de Inversiones (ICS) para resolver conflictos entre inversores y Estados, propuesto por la Comisión Europea. [1]

El borrador definitivo de la nueva Constitución no cuenta con herramientas de democracia directapara revisar o derogar los TLC o los Tratados Bilaterales de Inversiones. Dependerá de la coherencia del actual presidente Boric, que en el pasado, cuando era diputado del Frente Amplio se oponía al TPP-11, si llama al Senado a votar el acuerdo, tras la aprobación de la nueva Constitución, y también si firma la modernización del TLC con la Unión Europea.

Sintetizamos aquí respuestas de Lucía a nuestras interrogantes, recogidas antes de ambas votaciones. La reflexión de la activista chilena integra elementos clave para la lucha contra el libre comercio a escala local e internacional. Recomendamos igualmente visionar con atención la grabación de la entrevista completa.

bilaterals.org: Por favor, describe los orígenes de la movilización de Chile Mejor Sin TLC.

Lucía Sepúlveda: En 2015, gracias a Julian Assange –cuya libertad y no extradición demandamos - nos enteramos del contenido del TPP-11. Nos remecieron las filtraciones de Wikileaks, en especial el capítulo sobre la propiedad intelectual, en el ámbito de las semillas y los medicamentos. Así nos unimos en Chile Mejor Sin TLC que se fue ampliando a nivel plurinacional, al integrarse en su momento, organizaciones de los Pueblos Originarios junto a organizaciones sociales, ambientales, sindicales, campesinas, y algunas organizaciones políticas, además de individualidades. Hemos establecido alianzas a nivel internacional, integramos América Latina Mejor Sin TLC y mantenemos contacto con redes como la Marcha Mundial de Mujeres, entre otras.

Chile aún no ha ratificado el Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífica o TPP-11. ¿Cuáles son las posibilidades para mantener esta postura, en el contexto del nuevo gobierno?

Nuestra lucha es lo que ha permitido que hasta ahora el TPP-11 no se ratifique. Los gobiernos que hemos tenido hasta ahora querían firmar rápidamente el tratado. Hicimos un plebiscito autoconvocado, con resultados contrarios al TPP11. Pero el 10 de octubre de 2019, el Senado estaba a punto de aprobarlo. Y todo quedó “congelado” por el estallido social y la revuelta popular. En todas las movilizaciones, entre las demandas por el agua, la salud, previsión y vivienda dignas, la educación, que reflejaban lo mal que estábamos viviendo en Chile, se escuchaba el “No al TPP-11”.

El TPP-11 no es el único tratado sobre la mesa que busca garantías sin límites para los inversionistas, puesto que se está “modernizando” el acuerdo con la Unión Europea (UE). Por tanto, el gran desafío para el bloque popular es vencer no solo las resistencias de la derecha, sino también a personeros ligados a fuerzas que han dejado de ser socialistas hace tiempo. Están muy relacionados con las grandes corporaciones y los megaproyectos, y ponen trabas al avance de artículos que nos permitan poner un dique ante los tratados de libre comercio. Hasta ahora, éstos se aprobaban en secreto. En nuestra lucha hemos logrado relacionar el modelo económico con los impactos de estos tratados a lo largo de más de veinte años de libre comercio. Es un momento muy especial, hay una arremetida de la derecha económica y política y de sus socios en el centro, algunos en el Frente Amplio. Dentro de la Convención constituyente existe un bloque popular importante, incluyendo sobre todo a independientes y a convencionales indígenas. A pesar de la resistencia de la mayoría de los partidos políticos, logramos que se debatiera un artículo importante, que atañe a la democracia directa, mediante el plebiscito ratificatorio.

En el marco de la propuesta de Constitución Política que elabora actualmente la Convención Constitucional, ¿se está avanzando en demandas de la Iniciativa popular “¡Aseguremos la Soberanía de los Pueblos en los Tratados de Libre Comercio!”, tales como la retirada de Chile del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), la denuncia de los Tratados Bilaterales de Inversiones (TBIs) y la auditoría integral de los impactos de los TLCs y TBIs vigentes?

Es un proceso difícil, juntamos firmas a favor de la Iniciativa y logramos llegar a la Convención. Esta comenzó con mucho empuje, pero fue perdiendo fuerza y color por los ataques de los medios de comunicación tradicionales. Ellos empezaron la campaña de rechazo a la nueva Constitución, antes de que esté escrita. La Convención se organiza en comisiones, y una de ellas es la “Comisión de medio ambiente, bienes naturales comunes, derechos de la naturaleza y modelo económico”. Allí se debate el tema de los tratados y los convencionales se han encontrado bajo muchos ataques aunque son personas no sólo preparadas, sino también, tienen un profundo conocimiento de cómo vive la gente en los territorios. Nuestra Iniciativa naufragó políticamente, y eso fue muy duro. Se aceptó una propuesta que se situaba más cerca de aquella de la Unión Europea en lo que atañe a los tribunales de arbitraje. Desde el inicio, uno de los obstáculos radicó en que se nos impuso como mecanismo de decisión, la mayoría por dos tercios, en lugar de la mayoría simple. El bloque popular no llega a los dos tercios. Sin embargo hemos ido acordando algunos puntos con otros convencionales. Uno de ellos es el plebiscito ratificatorio y la información permanente en todas las fases del proceso de negociación.

La forma de resolver los conflictos entre Estados e inversores es otra dimensión importante. Inicialmente, planteábamos que los conflictos se dirimieran en tribunales nacionales, y que Chile saliera del CIADI. Pero la correlación de fuerzas no nos permitió insistir al respecto. Lo que sí se acordó fue la demanda de tribunales de carácter permanente, autónomo e independiente, que no sabemos si será aceptada. En paralelo, buscamos una forma de resguardar la autonomía del Estado frente a los inversores, para redactar leyes, normas, reglamentos, de forma que al suscribir tratados comerciales o de inversión, se resguarde la soberanía. Buscamos evitar que las corporaciones acusen al Estado de “expropiación indirecta” ante regulaciones ambientales o sociales, un mecanismo incluido en los nuevos tratados como el TPP-11 y el acuerdo con la Unión Europea. Lamentablemente, estamos muy cerca de que el nuevo gobierno firme este último. A la vez, nuestra esperanza es que los puntos que proponemos generen como mínimo, cambios en la negociación del acuerdo con la UE. Piñera renegoció ese acuerdo en plena pandemia, con los mismos secretismos de antes. Por tanto, el gobierno de Boric debería reiniciar esa negociación y no firmar así no más esa herencia.

¿Cuáles son las principales fechas de movilización en 2022 en torno al proceso constituyente? Y ¿cuál sería tu mensaje para movilizaciones contra los acuerdos de libre comercio y de protección de las inversiones en otros países y continentes?

El plebiscito para aprobar o rechazar la nueva Constitución es el 4 de septiembre de 2022. Es una fecha simbólica porque coincide con la elección a la presidencia de Salvador Allende. Sin duda habrá una gran movilización. Será una nueva “Batalla de Chile”, porque las élites quieren defender sus privilegios y la nueva constitución marca un gran avance.

Nuestra lucha era por una Asamblea Constituyente, en la cual habríamos participado las organizaciones directamente. Se impusieron plazos inhumanos en el proceso. El primer reglamento fue votado en julio de 2021 y en julio de 2022 se termina todo. Por tanto, hemos tenido muy poco tiempo para debatir. Debemos reconocer que por el carácter de esta Convención, no fue posible lo que nos planteábamos los movimientos sociales: rodear la Convención. Vivimos este proceso con mucha esperanza pero también con mucho dolor. A la vez, hemos logrado victorias importantes, como la aprobación del agua como un bien común inapropiable, o la declaración de los derechos de la naturaleza como parte de las garantías constitucionales, la paridad sustantiva, el derecho al libre uso e intercambio de la semilla tradicional y la plurinacionalidad. Se aprobó también tener un Estado social de derecho dejando atrás el Estado subsidiario y privatizador. Otros avances importantes han sido el reconocimiento del derecho a una vivienda digna. Demandas más anti-sistémicas como por ejemplo planteamientos desde el feminismo de los Pueblos, no han prosperado. Pero ha sido un proceso donde la lucha de las mujeres por sus derechos ha tenido mucha presencia, logrando el reconocimiento del derecho al aborto, a una vida libre de violencia, entre otros. Nuestras cuerpas resienten los impactos de los tratados. Y las mujeres lo sabemos bien, por eso en esta lucha participan compañeras desde los territorios, que ya no quieren vivir en las zonas de sacrificio del libre comercio.

Estamos atentas/os a las movilizaciones en otras regiones. Hemos visto cómo ha avanzado la lucha en Europa contra el sistema de arbitraje internacional, o bien contra el Acuerdo entre la Unión Europea y Canadá(CETA) y el Acuerdo transatlántico para el comercio y la inversión (TTIP). Es importante lograr conectar temas áridos como los tratados de libre comercio, con nuestra vida cotidiana, nuestra alimentación, nuestra salud, la educación de nuestras/os hijas/os y nietas/os.

¡La lucha continúa!

Más información:

Chile Mejor Sin TLC | Twitter @chilesintlc| Instagram @chilemejorsintlc
Ameŕica Latina Mejor Sin TLC
• RAP-Chile, OLCA y TNI, 2021, “Impactos del sistema de protección de inversiones y arbitraje en Chile"


Footnotes:

[1El borrador final sólo incluye una recomendación funcional al ICS (producto de consenso con el Frente Amplio) en el Artículo 21, referido a relaciones internacionales. En el inciso 12, se estipula que “al negociar los tratados o instrumentos internacionales de inversión o similares, la o el Presidente de la República procurará que las instancias de resolución de controversias sean, preferentemente, permanentes, imparciales e independientes”.

source: bilaterals.org