Luis Parada: Los arbitrajes de inversión pueden dar lugar a que haya chantajes

Luis Parada: Los arbitrajes de inversión pueden dar lugar a que haya chantajes

Por MAGDALENA REYES - JOSÉ LUIS HENRÍQUEZ | 7-9-18

En el caso de Pacific Rim, la empresa demandó al Gobierno por $314 millones, pero le dijeron a El Salvador que si les daban la autorización para explotar oro y plata, ellos retiraban la demanda.

Aunque la resolución de un arbitraje internacional únicamente puede ser saldada con dinero, las negociaciones también pueden ser un arma que den lugar a chantajes, para que los Estados hagan lo que el demandante quiere, a cambio de retirar la demanda, detalló el experto internacional, Luis Parada.

Por ejemplo, en el caso de Pacific Rim, la empresa demandó al Gobierno salvadoreño por $314 millones, pero le dijeron a El Salvador que si les daban la autorización para explotar oro y plata, ellos retiraban la demanda, recuerda Parada.

“Lo que querían era ocupar la amenaza del arbitraje para que en lugar de obtener dinero, obtener el permiso para explotar oro y plata”, subrayó.

Como antecedente, detalla que China y Nueva Zelandia establecieron un tratado de libre comercio en el que también se incluye el arbitraje internacional.

Pero, algo salió mal y compañías estatales chinas de repente estaban buscando adquirir grandes extensiones de terreno para reproducir ganado y producir leche para exportar a su país de origen.

A esto se opuso Nueva Zelanda; sin embargo, China amenazó con iniciar un arbitraje de inversión, y ante esto no le quedó otro remedio a Nueva Zelanda que acceder a que los inversionistas asiáticos compraran grandes extensiones de terreno.

“Eso demuestra que un arbitraje puede servir de instrumento de chantaje para obtener lo que se busca”, detalló el abogado experto en laudos arbitrales.

El interés en el puerto

A principios de julio la embajadora de Estados Unidos, Jean Manes, afirmó que China Popular pretende incursionar en Centroamérica y El Caribe, usando los flancos más débiles de estos países con el interés de “militarizar la región”. Para el caso de El Salvador, el canal de entrada sería la inversión de China en el Puerto de La Unión, afirmó Manes.

“Están tratando de encontrar puntos débiles en la región, donde pueden hacer este tipo de arreglo en la región, estamos preocupados que no sólo es inversión en un puerto, pero después quieren hacer algo con los militares y quieren crecer la influencia china en la región, es un asunto estratégico y necesitamos todos tener nuestros ojos abiertos a lo que está pasando”, reflexionó.

Sobre el tema, en esa oportunidad, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES), Javier Steiner, coincidió en que cualquier negociación con potenciales inversionistas debe hacerse a la luz pública, para no dar espacio a la incertidumbre y especulación. “En cualquier relación con cualquier país, y es lo que cuestionamos en este caso, es que sean transparente cuáles son esos términos de negociación, cuáles son esos acuerdos a los que quieren llegar y cuáles son los beneficios tangibles que El Salvador va a percibir”, aseveró el titular de la gremial de comerciantes e industriales.

Inversión china en Nueva Zelanda

Muchas compañías chinas han inyectado fuertes cantidades en granjas y fábricas locales en Nueva Zelanda, para garantizar el suministro a largo plazo.

Los neozelandeses son famosos por la calidad de su leche de vaca, pero son sus ovejas lo que empezaron a despertar el interés de los inversores chinos.

Es una escena poco común, incluso en un país ganadero como es Nueva Zelanda. Normalmente, son vacas lo que suele ordeñarse, pero ahora, la leche de oveja está haciéndose un hueco en el mercado de los productos lácteos más caros del mundo. Al inversor chino Yuangrong Chen le gustó tanto el sabor que ha comprado el mayor negocio de procesamiento de leche de oveja de Nueva Zelanda y quiere exportar su fórmula infantil al mundo.

Por otra parte, empresas como la Bright Foods tiene una participación de $150 millones en Synlait Milk, en las llanuras de Nueva Zelanda.

Fuente: El Salvador