ACALC: ¿más libre comercio, para beneficio de quién?

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bilaterals».org & GRAIN | 4 de diciembre, 2023

ACALC: ¿más libre comercio, para beneficio de quién?

Desde los inicios de los años 2000, la gente en África dijo “NO a los ACC” (los Acuerdos de Cooperación Económica) que eran impulsados por Europa para continuar su pillaje colonial en el Sur global. Hoy, otro proyecto neoliberal se cierne sobre el continente africano: el Área Continental Africana de Libre Comercio (ACALC).

Este mega-acuerdo de libre comercio es una iniciativa de la Unión Africana (UA), con el respaldo de los operadores económicos principales, como Estados Unidos, la Unión Europea, China, el Banco Africano de Desarrollo, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, la organización Mundial de Comercio (OMC) y el Banco Mundial. Su objetivo es consolidar los mercados africanos, y dar impulso al comercio al interior del continente, reforzando la integración regional. Ya fue firmado por 54 de los 55 Estados integrantes de la UA. Aunque entró en vigor en 2019. algunas de las reglas comerciales están en operación apenas desde 2022 y sólo entre siete Estados. El ACALC (AfcFTA por sus siglas en inglés) se dispone a liberalizar 97% del comercio inter-africano en bienes. También fija las reglas de comercialización de servicios, así como como la propiedad intelectual, la inversión y el e-commerce (o comercio digital). Al proceso de negociación le ha faltado transparencia y la información está disponible por los textos que se han filtrado.

El comercio en África siempre se ha conducido informalmente y esto ocurre entre comerciantes en pequeña escala, la mayoría de las cuales son mujeres. El ACALC pasa por alto esta realidad y se enfoca en impulsar la competencia entre corporaciones.

Entonces ¿qué significa para las personas africanas comunes este acuerdo comercial en un momento de profundas crisis climática, económica y alimentaria?

Impulso a la agenda de los agronegocios

La agricultura campesina y los sistemas alimentarios africanos se verán perjudicados por el ACALC. Una poderosa amenaza es que puede fortalecer la criminalización de las semillas campesinas. El borrador del protocolo de derechos de propiedad intelectual del ACALC armonizó reglas de “protección” de variedades de plantas, recursos genéticos y saberes tradicionales. Esto significa convertirlas en propiedad privada. Las compañías semilleras estarán en condiciones de evitar que el campesinado guarde e intercambie semillas “protegidas”. El resultado es que la biodiversidad —columna vertebral de la cultura alimentaria africana y la base de la soberanía alimentaria— se irá perdiendo mientras que crecerá el poder de las industrias de la agricultura y la alimentación. Es inaceptable concederle a nadie derechos monopólicos legales sobre las semillas.

Derechos laborales en la línea

Para acelerar el desarrollo, el texto del ACALC alienta las operaciones en las zonas económicas especiales (ZEE), donde las regulaciones son laxas para atraer inversiones. ZEE ofrecen a las compañías desgravaciones fiscales y exenciones a las leyes ambientales y a otras más. Para trabajadoras y trabajadores esto significa pobres condiciones laborales, salarios bajos, sanidad deplorable, horario intensivo, violencia contra las mujeres y prohibiciones contra los sindicatos. las ZEE también encabezan el despojo agrario y los desahucios, sobre todo cunado la tierra es transformada al uso industrial habiendo sido tierra agrícola.

En entredicho el acceso a medicamentos

EL ACALC incluye previsiones de propiedad intelectual que podría obstaculizar la importación y producción (por parte de compañías locales) de medicinas genéricas al alcance de la mano. Un anexo sobre patentes será añadido en un periodo posterior, pero el proceso de negociación puede quedar inaccesible al público, aunque esto conlleve serias consecuencias negativas a la salud pública.

Las corporaciones pueden llevar a juicio a los gobiernos

Versiones del ACALC que se han filtrado indican que los Estados integrantes pueden ser requeridos a establecer mecanismos de resolución de disputas entre inversionistas y Estados ( lo que se conoce mundialmente como ISDS por sus siglas en inglés). Este sistema de justicia paralelo permite que inversionistas extranjeros demanden a algún Estado mediante un arbitraje vinculante si nuevas leyes o regulaciones nacionales afectan su expectativa de ganancias o su potencial de inversión. El sistema de ISDS es criticado en todo el mundo por permitir a inversionistas que modifiquen las políticas públicas de Estados soberanos. Esto también conduce a penalizaciones masivas (miles de millones de dólares) que tienen que pagarse del dinero público. Los gobiernos africanos han perdido casi todos los 99 casos de ISDS que les fueron impuestos hasta ahora bajo los tratados bilaterales de inversión.

Comercio digital y e-commerce

Un protocolo de comercio digital se está negociando dentro del ACALC pero su contenido todavía no está disponible al público. Es probable que este protocolo respalde el plan de la Unión Africana de establecer un sólo mercado digital. Esto significa retirar las “barreras” técnicas y legales al comercio, tales como las que han adoptado ampliamente los estados africanos para proteger la privacidad. Por ejemplo, se podría prohibir los requisitos de localización que evitan capturar los datos sensibles, como los referentes a la salud personal, fuera de nuestro propio país. Como sólo una tercera parte de las personas en África utilizan el internet de modo regular, es poco claro quién se beneficiará de la liberalización del comercio digital y el e-commerce.

Más deuda para infraestructura

El ACALC es uno de los proyectos emblemáticos de la Agenda de la Unión Africana 2063, que busca desarrollar la infraestructura interna de África. Se promoverán proyectos de gran escala que cumplan las exigencias de sus proponentes estatales y corporativos, tales como el corredor de Nacala, un camino de 1700 kilómetros que vincula Mozambique, Malawi y Zambia. Estos costosos mega-proyectos tienen a enriquecer a las corporaciones transnacionales y generan más deuda pública para los países donde se construyen. Y aunque el desarrollo de infraestructura es importante, debe contemplar el interés público y no conducir a deudas adicionales. Sólo para tenerlo presente, la deuda pública externa ascendió en 2022 a 44 mil millones de dólares.

¡NO al ACALC!

El ACALC está levantado sobre el dogma del capitalismo de libre comercio. Impulsa un modelo de “desarrollo” enganchado a un incremento del comercio y la inversión, maquillado de africanismo. Sin embargo sus reglas comerciales son “más de lo mismo”. Lo que hemos visto en los acuerdos de la OMC y los acuerdos bilaterales. Por tanto, es muy probable que únicamente beneficie a las élites africanas y al capital transnacional, a expensas de las comunidades locales.

Para más información:

• bilaterals.org, “AfCFTA”, 2023, https://bilaterals.org/afcfta-287
• GRAIN, “¿Qué significan los TLCs para las mujeres en África? Una revisión crítica del Área Continental Africana de Libre Comercio”, 2020, https://grain.org/es/article/6498-que-significan-los-tlcs-para-las-mujeres-en-africa-una-revision-critica-del-area-continental-africana-de-libre-comercio • Ibon Africa, “Scramble for Africa: A campaign primer on the African Continental Free Trade Area Agreement”, 2022, https://iboninternational.org/download/scramble-for-africa-afcfta-campaign-primer/
• ISDS Platform, https://isds.bilaterals.org/