El Salvador: Minera retarda cumplimiento de fallo y se acerca a gobierno de Sánchez Cerén

El Salvador: Minera retarda cumplimiento de fallo y se acerca a gobierno de Sánchez Cerén

Por Tomás Guevara / Corresponsal en Washington, 30-11-16

[EN] Despite losing the arbitration at the ICSID, OceanaGold has still not paid the 8 million dollar legal costs to El Salvador and yet is already talking to officials about getting new permits to mine for gold and silver.

[FR] Malgré sa défaite en arbitrage au CIRDI, OceanaGold n’a toujours pas payé les indemnités juridiques se montant à huit millions de dollars et a engagé de nouvelles discussions avec des représentants du gouvernement de El Salvador en vu d’obtenir des permis de concessions minières d’or et d’argent.

El conflicto entre la empresa minera Pacific Rim, subsidiaria de la transnacional Oceana Gold, podría seguir, ya que la empresa no solo dilata el pago de la indemnización de $8 millones impuesta el pasado 14 de octubre por el Centro Internacional de Arbitrajes (CIADI) situado en Washington, sino que ha iniciado acercamientos con representantes del gobierno salvadoreño en un intento por conseguir permiso para explotar oro y plata en Cabañas.

Luis Parada, jefe del equipo de abogados defensores del Estado salvadoreño, reconoce que ha escuchado sobre esos encuentros de la empresa con algunos funcionarios de la administración de Sánchez Cerén, con lo que estarían alentando las esperanzas de Oceana Gold de operar en el país y en consecuencia incentivan a la compañía a continuar con la batalla legal.

Dichas reuniones estaría contradiciendo el compromiso del presidente Salvador Sánchez Cerén con las organizaciones que forman la Mesa Nacional contra la Minería Metálica en El Salvador de que no otorgarían permisos de exploración ni extracción de metales preciosos en su mandato. Esto ocurrió en una reunión en Casa Presidencial el pasaos 25 de agosto.

“Oceana Gold ya debería estar cumpliendo el laudo del tribunal y saliendo del país, pero parecería que alguien le sigue dando esperanzas a la empresa. De lo contrario ya habría empacado sus cosas y se habría marchado”, cuestiona Luis Parada.

Llama la atención de Parada que cuando estuvo en El Salvador justo en la semana siguiente al veredicto que favoreció a El Salvador, se encontró con algunos funcionarios del Gobierno a quienes dice no pareció alegrarles el fallo.

Pero Parada prefiere la alegría y el agradecimiento de las comunidades de Cabañas que se oponen a la minería metálica, quienes le entregaron una placa de reconocimiento.

Pero hay otro dato, y es que comunicaciones originadas en Washington desde la semana siguiente al fallo entre los despachos legales Foley Hoag, que representó a El Salvador en el proceso, y Crowell & Moring, que litiga por la empresa minera, evidencian las reticencias de la demandante a cumplir la sentencia.

Según Parada, con el fallo en contra, Oceana Gold está intentando escapar de la responsabilidad de cumplirlo, y es que, a su juicio, también sigue esperanzada en conseguir el permiso para extraer el oro y plata de yacimientos descubiertos en Cabañas, al sostener acercamientos con funcionarios de alto nivel del gobierno de Sánchez Cerén.

“Hoy con un laudo en su contra dado por el tribunal, quieren darle vuelta a esa decisión que es de obligatorio cumplimiento para las partes que se comprometen a respetar y cumplir la decisión que surja del litigio”, explica Parada, quien prevé, a raíz de las comunicaciones con su contraparte, que la empresa minera, estaría considerando solicitar la nulidad del caso, en el mismo tribunal CIADI.

Mantener vivo el caso podría llevarse otros dos años, como mínimo y aumentar los costos de la defensa de El Salvador, por lo que el equipo defensor de Folley Hoag ha pedido al tribunal que emita una decisión suplementaria al fallo del pasado 14 de octubre.

Antes de que concluyera el período para solicitar enmiendas a la sentencia, El Salvador solicitó al tribunal la semana pasada, que el mismo tribunal decida sobre la petición que la defensa incluyó en sus escritos de la fase de fondo del arbitraje: que en el caso que se le otorgaran los costos procesales, sumara intereses a ser agregados a la suma originalmente establecida desde la fecha de emisión del laudo hasta que fuese pagada.

Los abogados de Foley Hoag creen que al tribunal se le olvidó decidir sobre esa solicitud de El Salvador. “Este es un punto importante, porque entre más tarde Oceana Gold en pagar los $8 millones de dólares que le ordenó el tribunal, se le acumularían intereses... que se le ha pedido otorgue el tribunal. A ellos les conviene tratar de alargar el pago y aumentar los costos a la defensa”, indicó Parada.

source: El Salvador